
Paulina Parga
Cómete el arrepentimiento
Cómete el arrepentimiento. Saboréalo un poco antes de tragarlo. Deja que su sabor se pasee por tu boca, se deslice entre tus dientes, dé vueltas entre la espiral que haces con tu lengua, bese tu paladar y te recorra, deja que te cause asco al rodar tu campanilla y te provoque arcadas. Vas a querer escupirlo, pero eventualmente sabes que te lo tienes que tragar. Luego te puedes tomar un jugo de piña para disimular el sabor.